Comer en Tierras Altas

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Ubicado sobre el lateral del Acceso Sur, en Carrodilla se encuentra Tierras Altas. Esta bodega, de la tradicional familia vitivinícola Vargas Arizu, es atendida en persona por la cuarta generación de esta familia. La sangre joven e inquietudes creativas de eseye equipo de trabajo han hecho de este lugar un espacio de culto a los vinos y la gastronomía.


Federico Vargas Arizu, un enólogo poco convencional, transmite el legado familiar e invita a vivir la experiencia vitivinícola desde lugares inexplorados con la verdadera pasión de quien ama lo que hace. Cuenta que la cava tuvo sus inicios en 1999, respetando el linaje de los Arizu que separaron sus bienes y hace solo dos años que está abierta al turismo. “Tenemos el 85% de su producción comprometida al mercado externo y el resto se comercializa en la misma bodega y su restaurante” agrega el joven enólogo. 


Una pérgola octogonal devenida en salón se convirtió en el restaurante. El espacio cuenta con una ubicación protagónica en el medio de los jardines, con vista a los viñedos de un lado y respaldada por la bodega del otro.  


El restaurante-bodega nace con un concepto macro de experiencia diferente que apunta a una vivencia real generando espacios lúdicos y tangibles que permiten acercarse al vino y la gastronomía. 


De hecho, una de sus principales propuestas es  “Experiencia Malbec” ($100 p/p), una manera de abordar este varietal que identifica a Mendoza desde la participación empírica, acercando el vino al visitante, invitándolo a tocar el tanque, a oler la barrica, a probar el mosto y beber el vino desde la duela misma permitiendo que la experiencia se meta en la piel de quien la vive.  


El almuerzo es un menú sencillo libre de pasos a seguir ($290 p/p). Consta de brusquetas con tabla de ahumados, una degustación de empanadas no convencionales y la posibilidad de elegir entre tres principales realizados a base de vinos de la cava. Puede ser una bondiola de cerdo sobre cebollas glaseadas en malbec o costilla de ternera braseada al horno durante tres horas al malbec rosé  y algunas sugerencias alternativas del chef como la trucha, la entraña braseadas la ajillo con acetos creativos o los ñoquis de calabaza rellenos con nuez y salsa de champiñones en red.  Al menú se suman la degustación educativa de aceites de oliva, postre y una copa de vino, con la opción de vino libre por solo $30 más. 

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