François Lurton: “HACER VINO ES UNA MANERA DE VIVIR”

Representa la quinta generación de la familia vitivinícola Lurton, proveniente de Burdeos; a la Argentina llegó primero como consultor de Nicolás Catena y más tarde como dueño de su propia bodega, Piedra Negra. Sus viñedos son un éxito en nuestro país, Chile, España y Francia. En su paso por Mendoza, dialogamos como este productor de vinos que se posiciona como un referente indiscutible en la materia.

Por Fernando Gabrielli · Fotografía: Luciano Estevez


High: ¿Qué te trae esta vez por Mendoza?


Francois Lurton: La Vendimia sobre todo, pero también la celebración por el vigésimo aniversario de mi bodega del Valle de Uco, donde realizaremos una gran cena al mejor estilo francés con amigos y clientes. Como tengo bodega en Chile y en Argentina viajo una vez al año por algunos meses para seguir las dos cosechas.



H: ¿Qué recordás de tus comienzos aquí?


FL: Por empezar que Mendoza era mucho más rústica que ahora; no había en ese momento un hotel de nivel internacional, por ejemplo. También que los extranjeros hablaban más del Malbec que los propios argentinos.




H: ¿Por qué decidiste apostar en nuestra provincia?


FL: Llegamos aquí convocados por Nicolás Catena para trabajar en un vino para el mercado exterior y así fue como nos involucramos con la idea de tener nuestra propia bodega en Mendoza. Para nosotros fue una aventura y al mismo tiempo un descubrimiento el Valle de Uco. Llegado el momento trajimos a mi padre, que es muy conocido por ser un explorador de nuevos terruños vy quedó enamorado del lugar. Lo hemos llevado a varios sitios en el mundo pero le encantó Mendoza. Lo interesante de esto es que a diferencia de otras bodegas decidimos poner la nuestra en medio del viñedo.



H: ¿Qué importancia tiene el terruño en la elaboración de un vino?


FL: Si tú compras un viñedo en Burdeos que tiene más de 500 años de plantación es distinto a si lo haces en un desierto. Comprendido el lugar y percibidas sus condiciones entendimos que podíamos hacer un vino de mezcla aquí y el resultado fue increíble, sabroso; ahí entendimos que teníamos un terruño.



H: ¿Qué distingue a un vino elaborado en Argentina, de uno hecho en Chile, Francia o España?


FL: Cada país tiene su encanto y sus particularidades. Generalmente no son las mismas cepas, ni el suelo, ni el clima ni la manera de trabajar. Estas diferencias cambian totalmente el gusto de un Malbec hecho aquí de otro realizado en Francia. Esas expresiones son únicas y eso es lo que me encanta: la tipicidad y el carácter único de cada región.



H: En el caso de Argentina, ¿su fuerte es el Malbec?


FL: De las variedades, el Malbec me resulta increíble, versátil, accesible, fácil de tomar y por otra parte con muchos aromas y taninos. En blanco conozco el Chardonnay, también el Cavernet Sauvignon.



H: ¿En dónde reside la particularidad de tus vinos?


FL: En que he plantado Malbec francés y argentino uno al lado del otro; tengo los dos en el mismo viñedo. Esa mezcla de ambas variedades produce un sabor muy particular.



H: ¿Cómo ves el mercado vitivinícola a nivel nacional e internacional?


FL: Creo que seguirá desarrollándose en Argentina porque los bodegueros van a ganar más dinero afuera que en el país. Los argentinos después de 2001 comenzaron a exportar y continuarán en ese sentido. El Malbec goza de una gran fama en todo el mundo y los argentinos deben invertir en este sentido. Tenemos la suerte de que el mercado internacional de vinos está desarrollándose mucho; hay una gran oportunidad en países como Estados Unidos o China, que se mantiene, y surgen nuevos mercados como India o Australia. No me inquieta el encuentro con nuevos clientes sino la política de volumen de algunos productores, especialmente en Chile, donde en algunos casos se ha perdido el alma del vino y se realizan campañas de marketing como si se tratara de una gaseosa.



H: ¿En qué reside el alma del vino?


FL: Hacer un buen vino es algo muy complejo. O tú haces vino con dinero, en el caso de gente muy rica, o también están quienes buscan ganar dinero haciendo vino. Estos últimos le dedican su vida y buscan desarrollar algo particular. Son maneras distintas de hacer vino, pero también hay muchos apasionados que lo toman como una manera de vivir. Hacer vino es una manera de vivir.



H: ¿Y el desafío cuál es?


FL: El desafío para mí es orientarse a lo orgánico. Todos mis viñedos lo son; desarrollo un sistema de producción que es biodinámico y orgánico. Pienso que debe tenerse en cuenta lo ecológico y reducir los herbicidas que se utilizan en la producción, que además son muy malos para el suelo. Existe también un lobby antialcohol que es perjudicial y está muy de moda tanto en Estados Unidos como en Europa, especialmente en Francia. Si existe un consumo responsable está probado que el vino es bueno para salud y este lobby mezcla vino con espirituosos, lo cual representa un problema.



H: ¿Qué otras pasiones tenés además del vino?


FL: Soy parcialmente dueño de un club automóvil, he participado varias veces del Dakar, me gusta cazar y pescar y el deporte en general. También el barco de vela, paso al menos quince días por año navegando.


PING PONG

Un restaurante: En Mendoza, el de Mallmann.

Comida Favorita: Me gusta mucho el cassoulét, una mezcla de pollo y chorizo que se hace en Francia. Es la comida más típica del sur de mi país.

Un vino: Uno mío, aquí en Argentina el Pinot Gris

Signo del zodíaco: Aries.

Hincha de: Soy muy malo para el fútbol. Conozco a Boca y River, voy a decir que soy de Boca (risas).

Programa de TV favorito: Nunca veo la televisión, no me interesa.

Una marca de ropa: La Martina.

Quién era tu ídolo de chico?: Seguro tenía pero no lo recuerdo. Voy a decir Napoléon.

¿Instagram, Facebook o Twitter?: No uso redes sociales casi.


















Un destino para vacacionar: Queda cerca de Burdeos y se llama Arcachon.