Gran Hotel Potrerillos, nuestro restó recomendado del mes

Hay sitios que dan la sensación de estar dentro de un cuadro muy bien pintado y el Gran Hotel Potrerillos parece uno de ellos. La montaña nevada, el lago y los viñedos forman parte de la excepcional vista de este espacio que es «patrimonio» e historia vivencial de los mendocinos. Desayunar, almorzar o tomar el […]


Hay sitios que dan la sensación de estar dentro de un cuadro muy bien pintado y el Gran Hotel Potrerillos parece uno de ellos. La montaña nevada, el lago y los viñedos forman parte de la excepcional vista de este espacio que es "patrimonio" e historia vivencial de los mendocinos.


Desayunar, almorzar o tomar el té en el hotel es un verdadero placer. El restaurante, el cual mantiene parte de estructura original que muchos recordamos de los años 80', ofrece una cocina regional típica argentina. Esta se destaca por técnicas gastronómicas como horno de barro, asador a la llama y parrilla. Todo esto combinado logra una perfecta armonía junto a la utilización de productos e ingredientes locales de estación.


Las especialidades del chef están basadas en una amplia gama de carnes como: chivo, cordero y los tradicionales cortes de carne de la parrilla argentina. Todo esto en sintonía con sus acompañamientos. Se suman además pastas secas o rellenas y pescados como salmón y trucha.


Todos los días de la semana se puede tomar la opción a la carta, la cual tiene discriminado en cada plato los que son para celíacos o vegetarianos. Mientras que los domingos, los fuegos al aire libre concentran la mayor atracción con una propuesta de menú ($ 500 promedio por persona)  que consiste en entradas, ensaladas y la opción de la parrilla libre con diferentes cortes de carnes vacuna, ovina y caprina. Además de todos los amenities del asado argentino.


Los postres se acoplan de manera inmejorable a este concepto culinario. Las opciones van desde: trío de chocolate y helado de malbec con salsa de frutos rojos, flan casero de vainilla con mouse de dulce de leche y pochoclo de amaranto, trifle de banana split y merengues, entre otros. El toque final se lo da sin duda una excelente pluralidad de maridajes posibles gracias a una extensa carta de vinos minuciosamente seleccionados para este menú. La galería, los jardines y el espacio de sillones frente al restó permiten terminar el almuerzo con un café o un té mientras se aprecia la belleza del paisaje.


Las tardes o los brunch matutinos son opciones excelentes para disfrutar de dulces y salados con una variedad de confituras, bocados, tortas, tartas, mufins y demás delicias junto a sandwichs, panini y quesos.


Es recomendable la reserva previa porque la propuesta es formidable y muy solicitada (Te. 02624 48-2001).


 


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Por Carla Luna


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