Marcelo Pelleriti: «Somos los mejores del mundo haciendo malbec»

Es el único enólogo del país que ha obtenido 100 puntos del crítico Robert Parker, el más influyente del mundo del vino. Está al frente de la bodega Monteviejo del grupo Clos de los 7 y es la mano derecha del famoso enólogo francés Michel Rolland. Elabora vinos con músicos reconocidos como Pedro Aznar y Dieter Meier.

High: ¿Arrancaste primero con el vino o con la música?

Marcelo Pelleriti: Fue paralelo. Empecé a hacer vinos con mi abuelo cuando era chico, e inmediatamente llegó la guitarra criolla. Tenía una Amancay.

H: El vino por tu abuelo y la guitarra, ¿por quién?

MP:  La música fue por mi viejo, él me regaló la guitarra. Las dos cosas sucedían en simultáneo, como ahora. Mientras ayudaba a mi abuelo a hacer vino patero, iba todos los miércoles a clase de guitarra a una profesora que quedaba en calle Paso de los Andes.

H: ¿Siempre seguiste ligado a las dos cosas?

MP: No. Con la música tuvo una época donde estuve un poco decepcionado. Quería tener mi banda y no la podía armar. Sobre todo porque no tenía un centavo ni para comprar una cuerda. Abandoné por unos tres o cuatro años, fue a los 18. Pero cuando me “acomodé” un poco, arranqué de nuevo. Me compré otra guitarra, porque la de mi viejo se me había roto.

H: ¿Pero con el vino no paraste nunca?

MP: Siempre estuve ligado. Primero por mi abuelo, después por ir al Liceo Agrícola y después por la Universidad. En esa época íbamos permanentemente a las bodegas a ver a nuestros ídolos, que eran Mariano Di Paola y Pepe Galante. Eran profes nuestros y los idolotraba mucho.

H: ¿Seguís manteniendo una buena relación con ellos?

MP: Sí, totalmente. Hoy tenemos una relación de amistad, pero con mucho respeto. Para mi ellos son dos grandes.

H: ¿Cómo te llevás con tus colegas en general?

MP: Es imposible no tener buena relación con todos. En el mundo del vino, quien no tiene buena relación con todos es porque tiene algo en su persona que no está bien.

H: ¿En qué estado está la industria vitivinícola en este momento?

MP: Creo que el gran problema, de los últimos gobiernos, es que ninguno tuvo una persona capacitada que planificara un plan para la industria vitivinícola a largo plazo. Los únicos que trabajamos de esa manera somos las empresas privadas, porque no nos queda otra alternativa. Hoy estamos trabajando con planes a diez años, pensando en cuanto vamos a vender para esa época. Por otra parte creo también que algunos funcionarios públicos, de ciertos sectores, deberían conocer un poco más sobre la industria y no solamente ser casuales bebedores.  

EL VINO EN EL MUNDO

H: ¿A qué atribuís que en un inglés sentado en un restaurante de Londres elija un vino francés antes que un argentino?

MP: Nosotros recién estamos empezando, no tenemos historia. Creo que podemos hacer el mejor vino, pero no luchar contra 400 años de historia. Hoy Argentina está en una etapa donde debemos ser muy serios para poder seguir creciendo en el mercado internacional. Antes no nos conocía nadie y hoy el malbec argentino está arriba. Pero cuando las marcas están arriba, si las cosas se hacen mal, se puede caer de una forma espantosa.  A eso puede explicarlo mejor que yo cualquier experto en marketing.  

H: ¿La apuesta tiene que seguir siendo el malbec?

MP: Somos los mejores del mundo haciendo malbec, no podemos dejarlo de lado. Eso no es soberbia, es una realidad.

H: ¿En cuántos años crees que esto que decís sobre nuestro malbec va a quedar ratificado en el mercado mundial?

MP: Yo creo que actualmente buena parte del mundo conoce nuestro producto. Hoy hay mucha gente de nuestra provincia viajando al mundo y mostrando lo que hacemos. En cada viaje que hago al exterior me toca encontrarme con tres o cuatro personas de la industria. Estamos todos juntos en esto, comunicando el vino. Hoy ya se dice que el malbec es argentino, sólo falta que digan que es el mejor del mundo.

H: ¿Hay glamour en el mundo del vino?

MP: Eso es un gran error. No somos rock stars. Esas son imágenes que ayudan a comunicar el vino, pero que están lejos de la realidad. No hay nada de glamour en nuestro trabajo.

H: ¿Cómo crees que se puede hacer para que los mendocinos visiten más bodegas?

MP: Creo que eso es algo que de a poco está sucediendo. Es importante también comunicar que hoy sale más barato ir a una bodega que ir al cine.

H: ¿Considerás importante que los chicos comiencen a aprender sobre la industria desde la escuela?

MP: Absolutamente. Es importante que nuestros chicos crezcan con eso.

H: ¿Monteviejo Wine Rock se ha ido convirtiendo en lo que querías?

MP: Ha sido algo accidental. Originalmente era una fiesta de fin de cosecha con algunos amigos. Pero después se empezó a sumar mucha gente. Todos los artistas que vienen lo hacen de onda. Nadie cobra por tocar en el Wine Rock.

H: ¿Cómo conociste a Pedro Aznar?

MP: Por un sommelier de Buenos Aires. Y cuando llegó a la bodega quedó fascinado. Al tiempo se interesó por un proyecto relacionado al vino. De hecho hasta se puso a estudiar sommellerie y se recibió con el mejor promedio. Terminamos siendo socios en un proyecto de vinos que se llama “Abremundos”.

H: ¿Cómo va Abremundos?

MP: Impecable, muy bien. Estamos teniendo muchísimo éxito en las exportaciones y también están creciendo las ventas en el mercado local.

H: ¿Te detenés en algún momento para disfrutar de todo lo que has logrado?

MP: Estoy tratando de parar un poco y disfrutar. Llevo un ritmo de trabajo muy fuerte. Me cuesta bastante. Trato de disfrutar sobre todo de mi familia los fines de semana.  

Ping Pong
Restaurante favorito: Berasategui en España
Comida Favorita: El pastel de batata de mi vieja
Un vino: Chateau Ausone
Signo: Escorpio
Hincha de: Boca
Programa de TV favorito: Breaking Bad
Una marca de ropa: Cualquiera
Quién era tu ídolo de chico?: Mis dos abuelos
¿Cúantos seguidores tenés en facebook?: 5000
Un destino para vacacionar: Cualquier lugar donde haya mar