Matías y Lucas Santos

Son dos de cinco hermanos de una familia muy tradicional de nuestra provincia, juntos desarrollaron uno de los proyectos más importatesn de Maipú en los últimos años y apuestan a seguir creciend dentro del rubro.


 


Matías (27) y Lucas (36) Santos, están a cargo del desarrollo de uno de los más prestigiosos barrios privados de Maipú y la provincia.  Hoy, con el legado de una muy tradicional familia de Mendoza, llevan a cabo un proyecto inmobiliario que hace a Maipú uno de los departamentos de mayor crecimiento anual en los últimos tiempos.  High accedió a una entrevista con ellos y conocer cuáles fueron las claves del éxito de su negocio.


 


High: ¿Cómo surgió la idea de hacer el barrio El Portillo?


 


 


Matías Santos: La idea surgió por varios factores: la ubicación del predio, la cercanía con Arena Maipú, supermercados de la zona, el parque Metropolitano y los colegios de Chacras de Coria. Esto nos llevó a darnos cuenta de que era posible invertir en un barrio de este tipo.


 


H: ¿Cuáles son las principales características del barrio?


 


Lucas Santos: Los lotes son amplios, tenemos hasta de 915m2 y ninguno limita directamente con el exterior gracias a un callejón perimetral de seguridad. También contamos con red propia de distribución de agua de riego. Pero lo que nuestros clientes y nosotros vemos como uno de los mayores atractivos es la ubicación. Esto es gracias al proyecto de ampliación del Acceso Sur a tres vías, la recientemente transformada en autopista “Juan José Paso” y la cercanía con Chacras y la Ciudad.


 


H: Entonces, ¿podrían decir que la ubicación es su punto más fuerte?


 


M.S:  Es uno de los principales, pero no el único. Apostamos a un concepto de vida diferente basado en la historia de nuestros clientes. Intentamos comunicar que El Portillo no es sólo un barrio privado, sino un lugar que da comienzo a “tu verdadera vida”.


 


L.S: Además, contamos con escrituración inmediata. El Portillo dejó de ser un proyecto, hoy es una realidad. Quien compra hoy puede construir mañana.


 


H: A futuro, ¿piensan seguir dentro del rubro?


M.S: Si, de hecho, estamos analizando otros posibles lugares donde ubicar otros “Portillos”. Nuestra intención es seguir desarrollando proyectos bajo el mismo nombre utilizándolos como garantía de confianza para los potenciales compradores.


 


L.S: La pre venta del barrio fue con imágenes ilustrativas de una promesa y hoy con todo terminado para dar comienzo a las obras de los propietarios, nos enorgullece decir que las ilustraciones de esa época son imagen y semejanza del proyecto concluído.


 


H: ¿Cómo manejan la presión de ser la tercera generación de la familia?


 


M.S: No creemos que eso sea una presión, todo lo contrario, nos motiva a trabajar de manera seria y responsable. Estamos contentos de tener este “desafío”.


 


L.S: Yo no lo siento como una presión que nos ejerce el éxito de nuestros padres y abuelos sino como una oportunidad de ver lo que nosotros podemos dejar como legado a nuestros hijos.


 


H: Para concluir, ¿cómo se llevan trabajando juntos?


 


M.S: El primer desafío de toda empresa familiar es la continuidad y el éxito, ese es nuestro objetivo. Estamos seguros que con una comunicación clara y fluida entre nosotros las cosas seguirán yendo bien.


 


L.S: Somos conscientes también de la importancia del consenso de decisiones y de no tomarlas de manera unilateral por más pequeñas que sean.