Monteviejo Wine Rock 2018: renovación de un clásico mendocino

Al mediodía, con el sol cuyano de frente y una ronda de jóvenes artistas locales, arrancó la octava edición del Festival Monteviejo Wine Rock, un encuentro que empezó como una celebración de amigos por el fin de la cosecha y con los años, pasó a ser una fiesta de todos los mendocinos. Desde 2011, gente […]


Al mediodía, con el sol cuyano de frente y una ronda de jóvenes artistas locales, arrancó la octava edición del Festival Monteviejo Wine Rock, un encuentro que empezó como una celebración de amigos por el fin de la cosecha y con los años, pasó a ser una fiesta de todos los mendocinos. Desde 2011, gente de la industria del vino y amantes de la música se dan cita en la bodega ubicada en Tunuyán para vivir un Festival de Rock Boutique bajo la consigna: “Tu copa, la montaña y mucho rock”. Se estima que entre 1.500 y 2.000 personas estuvieron presentes.


Hubo varias novedades en la edición 2018, que significaron una renovación para el encuentro, el cual es históricamente producido por el propio Pelleriti (enólogo de Monteviejo) y el guitarrista Rano Sarbach. La primera idea nueva fue la de invitar a bandas y solistas diferentes a sumarse al line up, como Indios, Iván Noble, Emmanuel Horvilleur y Massacre, quienes lograron atraer a un público distinto del de otros años.


La segunda diferencia con respecto a otros años fue la apuesta por un escenario enorme, pero dividido en dos, que les permitió a los músicos ir preparándose mientras sonaban los últimos acordes de la banda anterior. Este mecanismo (visto en festivales porteños durante el último año) es ágil y evita que el público se disperse, esperando a que el próximo show esté a punto.


La tercera novedad tuvo más que ver con un acto de fraternidad y abrió el juego: Pelleriti invitó a productores de otras bodegas a que estuvieran presentes con sus etiquetas. De esta manera y hasta las 18, los asistentes degustaron vinos de Diamandes, El Relator Wines, Bodega Reginato, Malbec De Ángeles y varietales de los hermanos Michelini.


Como es costumbre, los vinos oficiales fueron las joyas de Monteviejo: Sol Fa Soul, Festivo, Lindaflor y Petite Fleur. Sin duda, creaciones que están cada vez más ricas.


El line up: porteños que juegan de locales


Los primeros artistas que sonaron fueron los mendocinos Seba Garay, Paula Neder, David de Mata, Javier Montalto, Lupus y Maluko, dando inicio a lo que serían casi 12 horas interrumpidas de muy inspirada música. Estuvo bueno que el presentador este año fuera uno solo y alguien vinculado a las raíces del Wine Rock: Jose Bahamonde. Sus intervenciones entre banda y banda le dieron cohesión al evento.


En plena hora de la siesta, The Cellars, donde tocan Pelleriti, Guillermo Rigattieri y Mario Araniti, abrió la etapa más clásica del encuentro, ofreciendo versiones para todos los gustos. A continuación, hubo toques de Rolls Royce (Matías Camisani y Roy Quiroga) y las bandas de Rano Sarbach, Tito Losavio y Felipe Staiti. Como era de esperarse, en Felipe Staiti Trío, la química entre padre e hijo dejó al público en éxtasis.


A continuación, les llegó el turno a dos debutantes: los rosarinos de Indios, que fueron muy prolijos, e Iván Noble, quien ofreció un set acústico que se fusionó elegantemente con la caída del atardecer. Juanchi Baleirón no estuvo este año con Los Pericos, pero subió y bajó del escenario varias veces, compartiendo temas con Noble y otros amigos. Gillespi también tuvo su momento, renovando la energía con su trompeta y varios invitados.


Coti se diferenció del resto de los artistas que tocaron en vivo al ofrecer una parte de lo que fueron sus conciertos en el Teatro Colón. La numerosa orquesta que trajo sonó afinada y logró que sus composiciones se elevaran, haciendo que el público bailara y cantara acompañándolo.


La presencia de Vanthra, el nuevo grupo de Fernando Ruiz Díaz, también estuvo bien. Ya era de noche cuando empezaron a tocar y su estilo aportó la cuota de rock más pesado que estaba haciendo falta. Luego, Emmanuel Horvilleur desembarcó con su música en Vista Flores. Aunque no vino como parte de Illya Kuryaki, puso a todos a saltar con su pop psicodélico e hizo alarde de hits como “Soy tu nena”, “Tu hermana” y “Radios”.


El cierre llegó potente con el skate rock de Massacre, el headliner más esperado. Walas apareció sobre el escenario luciendo como el rockstar supremo que es y se adueñó de la audiencia gracias a temazos como “Mi amiga soledad”, “Te leo al revés”, “Niña Dios”  y covers como “Ana no duerme” y “La excepción”. El momento más anticipado de la noche llegó cuando Fer Ruiz Díaz se le sumó para hacer juntos “Plan B: Anhelo de satisfacción”. Ese tema es una estampa del Wine Rock desde sus inicios, ya que Catupecu Machu siempre lo incluye en sus sets y ahora, por primera vez, fue interpretada por su cantante original.


La magia única que ofrece un encuentro musical boutique como éste es que los artistas e invitados vip se entremezclan con el público. Así, es posible estar escuchando a Cuarto Espacio y tener a Dolores Barreiro y Ernestina Pais bailando muy cerca.


Los chefs nacionales e internacionales del Masters of Food & Wine de Park Hyatt Mendoza también vivieron la jornada musical, maravillados por la increíble vista que el Valle de Uco ofrece a sus visitantes. El actor de cine y TV Esteban Lamothe hizo un paso fugaz por el lugar, aprovechando que estaba en Mendoza gracias a la marca Ford y que le gusta producir recitales del under en Buenos Aires.


Tras una gran edición del Festival, los fans del rock y los amantes del vino quedan a la espera de la edición 2019, cuando Monteviejo Wine Rock ya esté camino a celebrar sus primeros diez años de historia, proyectándose como nunca antes al resto del país.


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Por Florencia Manzur