Rodrigo de la Serna: “He tenido mucha suerte en mi vida profesional”

A los 40 años, este primo segundo del “Che” Guevara,  es uno de los actores más destacados y cotizados del país. Debe su formación al teatro independiente y en cine sus trabajos más destacados fueron Diarios de motocicleta (2004) de Walter Salles, donde interpretó a Alberto Granado, y Crónica de una fuga (2006) de Adrián Caetano. También se dio el gusto de ser dirigido por Francis Ford Coppola en Tetro (2009).

High: ¿A qué edad comenzaste a pensar que
podías dedicarte a la actuación?



Rodrigo de la Serna: La verdad es que fue todo
dándose muy naturalmente. Hubo una casualidad muy hermosa en mi vida que fue
toparme, en el colegio, con un taller de teatro a los 12 años. Tenía que elegir
entre periodismo y teatro y me anoté en periodismo dejando teatro como segunda
opción.  Por suerte periodismo se llenó rápido y tuve que quedarme con la
opción dos (risas). Ahí conocí a Alejandro Oliva, mi maestro de toda la vida, y
comencé este vínculo con la actuación. Eso me hizo ganar mucho tiempo, porque
era muy chico. Además me di cuenta instantáneamente de que me gustaba mucho, la
pasaba muy bien en ese taller. La primera vez que salí a un escenario me di
cuenta de que había algo ahí que me interesaba. Fue una pasión inmediata.



 



H: ¿En algún momento trabajaste de otra cosa
que no haya sido la actuación?



RS: Siempre fue esto. Mi primer trabajo pago
fue a los 18 años, después de cinco años de taller y con mucho teatro encima
ya. Cuando llegué a mi primer casting ya traía un “potrero” importante. Es como
que sabía que detrás de una cámara había un auditorio importante.



H: ¿Cuándo eras chico querías ser famoso?



RS: La verdad es que nunca quise ser famoso,
si quería ser actor. Siempre me concentré en eso. La actuación es un trabajo
muy noble. Es cierto que al principio puedo haber tenido un poco de ansias de
reconocimiento, pero nunca fue mi objetivo principal. La meta siempre fue
aprender y crecer como actor. Y la verdad es que la actuación me ha dado todo
lo que tengo.



 



H: ¿Cómo manejás en la actualidad el tema de
la popularidad?



RS: Al principio te puede marear. Yo empecé a
salir en televisión a los 21 años en “Naranja y Media” con Guillermo Francella
y el personaje pegó fuerte.  En ese momento me confundí un poco, porque
fue de la noche a la mañana. La gente empezó a reconocerme en la calle. Pero la
verdad es que a esa edad estaba bastante formado como persona y tenía valores
bastante claros. Por suerte el actor le ganó a las ganas de ser famoso.



 



H: Los personajes marginales como lo de la
peli "El Puntero" o "Inseparables" parecen sentarte bien.
¿Son los que más te seducen?



RS: Este es un oficio muy diverso. También me
tocó encarnar al General San Martín en una película. Ahora estoy haciendo a
Juan Manuel de Rosas en teatro. Este oficio ofrece un gran abanico de
posibilidades. Lo importante es saber no encasillarse y diversificarse. Me
pueden salir bien estos personajes marginales, pero la verdad es que quiero que
me salgan bien todos.



 



H: ¿Qué opinás sobre la industria cultural del
país en la actualidad?



RS: El cine está viviendo un muy buen momento.
Evidentemente el público argentino elige ver cine de nuestro país y eso no se
daba tanto hace algunos años. Hoy las películas más vistas son las hechas en
Argentina y esto antes no pasaba tan seguido. Los tanques norteamericanos
vienen y siguen arrasando, pero creo que nuestras propuestas están mejorando
muchísimo.



 



H: ¿Te interesan las críticas o no les das
importancia?



RS: Creo que uno tiene que aprender a tomar
con pinzas las críticas malas y también las buenas.  No hay que creérsela
mucho cuando te adulan y tampoco cuando te “pegan”. En general he tenido suerte
en ese sentido. En realidad he tenido mucha suerte en mi vida profesional. He trabajado
en proyectos que en general han gustado mucho al público.



 



H: ¿Cómo fue para vos la experiencia de filmar
la película “Camino a la Paz” con nuestro querido Ernesto Suárez?



RS: La verdad es que fue un viaje
impresionante. Fuimos en auto desde Buenos Aires hasta La Paz en Bolivia. Él es
un hombre que ha vivido mucho y que además sabe mucho de actuación. Es un
referente ineludible como actor y como hombre. Ha pasado muchos años haciendo
teatro por todo Latinoamérica, fundando escuelas de teatro y teatros en muchos
lugares. Su arte es muy noble. Lo recuerdo con mucho cariño, es un amigo y cada
vez que vengo a Mendoza paso a visitarlo para tomar un vino juntos.



 



INSEPARABLES

H: ¿Te costó mucho la decisión de participar
de esta película?


RS: Dije
sí sin dudarlo ni un segundo.  El guión es perfecto, es de fierro.
“Inseparables” es una comedia excelente. Además mi vínculo con Oscar Martínez
es maravilloso y al saber que él iba ser mi compañero fue mucho más fácil aún.
A Oscar lo quiero mucho y nos conocemos en profundidad.  Hicimos “Amadeus”
juntos en teatro durante un año y medio y nos llevamos muy bien además de tener
muy buena química laburando. Esta película precisa esa química de sus
protagonistas y creo que es un buen valor que le supimos agregar de la mano
maestra del director Marcos Carnevale.



 



Un restaurante: Alto Perú en Ingeniero
Maschwitz



Comida favorita: Asado con amigos



Un vino: Zaha



Signo del zodiaco: Aries



Hincha de: Boca



Programa favorito de TV: Peter Capusotto y sus
videos



Una marca de ropa: Ninguna en especial



¿Quién era tu ídolo cuándo eras chico?: El
Zorro



¿Twitter, Instagram o Facebook?: Ninguna de
las tres



Un destino de vacaciones: El Matorral en
Uruguay