Socios en el desafío

Conversamos en exclusiva con los empresarios responsables de llevar adelante la nueva concesión del Gran Hotel Potrerillos: Gonzalo Sarriguren, director ejecutivo de NellJoy, y Fernando Porretta, presidente de CEOSA.

Por Andrea Calderón



High: -¿Qué significa para ustedes reabrir las instalaciones luego de que el hotel permaneciera cerrado por más de 15 años?

Fernando Porretta: Es para nosotros primero, un orgullo en lo personal y también lo es para nuestra compañía. Este proyecto fue realizado gracias al trabajo y el esfuerzo de un montón de gente y creo que somos unos privilegiados por haber tenido la oportunidad de levantar un edificio tan emblemático como es el Hotel de Potrerillos. No son 15 años de olvido sino muchos más porque el estado del lugar era de mucho abandono e implicaba hacerlo de nuevo. Con los profesionales de nuestras empresas y con mucho cariño se levantó. Estamos re contentos de lo que se ha logrado.

Gonzalo Sarriguren: Coincido con Fernando. La verdad es que cuando hablamos por primera vez del proyecto, el desafío era enorme por lo que el Hotel Potrerillos significa para todos los mendocinos. Varias generaciones han vivido el hotel y para nosotros era muy triste que estuviera cerrado. La satisfacción ahora es enorme.

H: ¿Por qué decidieron, cada uno con su empresa, asociarse en la materialización del proyecto?

GS: Coincido con Fernando. La verdad es que cuando hablamos por primera vez del proyecto, el desafío era enorme por lo que el Hotel Potrerillos significa para todos los mendocinos. Varias generaciones han vivido el hotel y para nosotros era muy triste que estuviera cerrado. La satisfacción ahora es enorme.

H: -¿Qué parámetros tuvieron en cuenta al momento de realizar las obras? 

FP: -Primero se hizo un estudio del estado del interior del edificio, más que nada de todas las instalaciones, que debieron realizarse de nuevo, y después prestamos atención a la parte exterior, que estaba completamente seca. Junto a un equipo de profesionales el lugar se levantó y que hoy se vea verde es increíble. Al ser patrimonio histórico se pudo tocar poco y nada; los arquitectos, con muy buena visión, hicieron unos ventanales en el frente y en la parte ubicada detrás de la recepción que para mí le otorgan una calidez al lugar que antes no tenía. Este espacio será muy importante cuando esté terminado el salón de eventos porque queremos que sea el corazón del predio. También se colocó un ascensor, que antes no existía.

H: ¿Tuvieron la posibilidad de disfrutar anteriormente del hotel, cuando estaba en funcionamiento previo a esta reapertura?

GS: ¿Qué mendocino no tiene algún recuerdo en el hotel? Por eso cuando armamos el proyecto definitivo intentamos rescatar muchas de las cosas que en nuestra época vivimos. Toda la gente recordará el mini golf que había frente al hotel, y si bien se reubicó, se mantuvo. Básicamente creo que el mayor acierto de los arquitectos fue el de lograr una perfecta combinación entre lo que era el antiguo hotel e incorporarle un toque moderno en el mobiliario y en las intervenciones que permitieron abrir el hotel 360°. Creo que estuvo muy bien lograda la implantación de los viñedos como segundo anillo después de los jardines; la combinación de la montaña, el viñedo y el lago es única.

H: ¿Cómo vivieron la experiencia de trabajar juntos?

FP: Todo el día peleando y discutiendo mucho, pero bueno, el tema no es cómo se llegó sino el resultado (risas). No, todo bien, la verdad es que trabajamos de un modo muy profesional, cada uno con su gente. Se armaron reuniones semanales para organizar el trabajo.

GS: Si bien se contrató a un equipo de profesionales que se dedicaron única y exclusivamente al proyecto, obviamente que esto te demanda. Te demanda tiempo y como decía Fernando, se realizaron reuniones semanales para definir temas que consideramos neurálgicos y que eran necesarios para que la obra terminara como terminó. 

H: ¿Se trata de un Proyecto Público Privado?

FP: Sí. Cuando fui presidente de la Cámara Argentina de la Construcción Delegación Mendoza, en el 2013, planteé la necesidad de los PPP (Proyecto Público Privado) y presentamos un proyecto en la provincia y en la Nación. En Mendoza y en Argentina es lo que falta y es lo que para nosotros representa este hotel. Creemos que a partir del 2017 lo que va a funcionar en el país son iniciativas como éstas. En la Argentina falta que el privado apueste con la garantía y la seguridad jurídica de lo público. 

H: ¿En qué contexto consideran que abre el hotel?

FP: Uno no se pone a pensar en eso, solamente en ponerlo a punto. Ha costado mucho terminarlo y el día a día se irá viendo. Estamos entusiasmados en devolverle este proyecto tan importante a los mendocinos. 

H: ¿Qué lugar les gustaría que ocupe el Gran Hotel Potrerillos en Mendoza?

GS: El concepto está pensado tanto para el mendocino como para el turista. Nosotros lo que vemos es que hay distintas alternativas para disfrutar del hotel: por un lado lo estrictamente hotelero, que son las 34 habitaciones remodeladas al 100%. Si bien la fisonomía no podía alterarse por el riesgo licitatorio, se reciclaron completamente. Por otro lado tendremos una muy buena propuesta gastronómica con dos restaurantes, uno con cocina de autor y productos regionales, sumado a una parrilla. En el futuro se prevé un tercer restaurante. Pensamos que los eventos empresariales y sociales serán otro de los fuertes, y por supuesto la coordinación de actividades de montaña. Creemos que el hotel puede ser un punto importante para el turismo aventura. 

H: ¿Por qué el lugar fue cerrado y ustedes pensaron en reabrirlo?

GS: En su momento el hotel fue cerrado porque la licitación anterior fracasó, creo que eso fue en el 2000. Estuvo tanto tiempo cerrado porque hubo un litigio que luego se destrabó y cuando se llamó nuevamente a licitación en 2011 ganamos para operar el hotel durante 20 años. Las obras comenzaron un año después.

H: ¿Cómo impacta el inicio de obra del túnel que unirá Cacheuta y Potrerillos?

FP: La apertura del túnel de Cacheuta es grandioso tanto para nuestro emprendimiento como para la Villa de Potrerillos y toda la zona. También lo es para el turismo porque separar lo que es turismo de vehículos pesados considero que es un avance muy importante. Creo que el gran desafío ahora es el desarrollo del Perilago, que convertirá a la zona en una de las más importantes de Argentina.