Turismo después de la erosión

A unos 35 kilómetros de la Ciudad de Malargüe, camino hacia la reserva natural Laguna de Llancanello, se encuentra una de las maravillas naturales más atractivas de este departamento sureño: el Volcán Malacara. Su nombre se debe al parecido con la cara manchada de los caballos malacara que ganaron un lugar en la historia de […]


A unos 35 kilómetros de la Ciudad de Malargüe, camino hacia la reserva natural Laguna de Llancanello, se encuentra una de las maravillas naturales más atractivas de este departamento sureño: el Volcán Malacara. Su nombre se debe al parecido con la cara manchada de los caballos malacara que ganaron un lugar en la historia de la Colonización galesa en la Patagonia, y posteriormente se incorporó al lunfardo costumbrista de la gente de campo.


Esta imponente estructura de 1876 msnm, está compuesta por tres grandes cráteres anidados que indican la complejidad de su formación. Para ingresar debe solicitarse turno en las empresas de viajes de la Ciudad de Malargüe donde pueden contratarse excursiones. Al pie del volcán, en el Pasaje La Baltra comienza la travesía que puede hacerse caminando o a caballo. Dependiendo la movilidad puede durar entre tres a seis horas y lo interesante es que está habilitado todo el año.


La excursión no se puede hacer de manera particular, solo se puede acceder con guía, por lo que se recomienda acceder primero a la Oficina de Turismo de Malargue y que deriven a una agencia con este servicio. La excursión tiene un costo de $ 380 aproximadamente. Hay que llevar agua y ropa cómoda, sobre todo pantalones largos para emprender la travesía de caminar el volcán por dentro.


Los guías comienzan su relato. Cuentan sobre los misterios en torno al volcán, dan rienda sobre las edades de las rocas que en el camino se encuentran y explican cómo el  material volcánico se convierte en ese rico paisaje de colores entre negros, amarillos y rojos, jugando con pasadizos creados por la misma erosión.


Si el paseo se hace un día despejado, funciona como un mirador natural de los encantos cercanos, ya que se puede visualizar el espejo de la Laguna de Llancanello de un lado y del otro La Payunia abarrotada de sus volcanes y respalda por la cordillera de Los Andes.


Según explican los guías, su erupción fue de características hidromagmáticas, es decir que se produjo cuando el material volcánico entró en contacto con el agua, dejando al descubierto grandes cárcavas de casi 30 metros de altura por las que ingresan las excursiones. Allí, los pasadizos, cráteres, cuevas, chimeneas y aspecto conforman las huellas del estallido del volcán.


La luz del sol se filtra desde las alturas y resalta distintas imágenes que se manifiestan en colores grisáceos, rojizos y verdosos. Las sensaciones se exaltan al transitar las cárcavas de "Los Puentes", la de "tito Alba" y las "Cárcavas oscuras". Este mismo recorrido permite apreciar la flora y fauna del lugar siendo una oportunidad para el safari fotográfico.


 


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Por Carla Luna


 


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