Una verdadera fonda · Recomendado del mes

Fuente y Fonda, un lugar que reivindica la cocina de la abuela.






Hace apenas un mes abrió un nuevo restaurante que hizo mucho ruido en Mendoza. No se tenía certeza de si era por el estilo innovador que proponía o porque justamente se trataba de un nuevo reducto gastronómico del conocido chef Pablo del Río. Del Río nos tiene acostumbrado a la alta cocina y al desarrollo de platos basados en productos y técnicas abrazadas a la riqueza vitivinícola de la provincia. Sin embargo, en Fuente y Fonda pateó el tablero y lejos del sofisticado arte culinario abrió un sitio donde revindica la cocina de la abuela. Donde podremos recordamos el verdadero valor de compartir una comida. “Fuente y Fonda es un homenaje a las mamás y las mamás de las mamás que durante mucho tiempo nos alimentaron el corazón. Es una forma de volver a compartir una mesa y no solo salir con la panza llena” destaca el chef.  


Fuente y Fonda está ubicado en una casa de estilo florentino, ubicada frente a Plaza Italia. El espacio propone un ambiente distendido y lleno de detalles que invitan a sentirse en la casa de los abuelos: jarritos de lata, cestos de verduras y aromas a cocina casera . Aunque existe la opción de sentarse en mesas pequeñas, también se baraja la posibilidad de un gran mesón donde la cena se hace amena compartiendo con personas desconocidas. Una botella de agua corriente, una tentadora panera, oliva y la sensación de romper estructuras le dan personalidad a este sitio. 


La propuesta gastronómica refleja lo que el mercado brindó ese día, por lo que no son muchas las opciones. Todo esto simplifica el momento de ponerse de acuerdo con el resto de los comensales ya que los platos no son individuales sino que llegan en una fuente para compartir. Estofados, milanesas, canelones de ricota y comidas de barrio parafrasea el cartel de entrada. Y eso es justamente lo que nos encontramos en un menú que se presenta en una hoja sencilla y sin demasiadas pretensiones. Se ofrecen además comidas para llevar y descuentos para jubilados, mientras que se destaca en todo momento su concepto de salón familiar. 


Un acogedor patio lleno de flores suma bienestar a la experiencia. Además el postre es gentileza de la casa y hace que los comensales reciban con una sonrisa la cuenta que por cierto oscila los 130 pesos por persona con vino incluido. 

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