¿Dónde se comen los mejores mariscos de Mendoza?
Elegir comer pescados y mariscos en una ciudad que tiene el mar más próximo a 500 kilómetros, parece casi una odisea. Sin embargo, en Mendoza, algunos sitios se esmeran por ofrecer excelentes propuestas con productos traídos tanto del Pacífico como el Atlántico.
La condición continental de Mendoza dificulta el acceso a los productos de mar pero existen cuatro restaurantes de pescados y mariscos, conocidos como marisquerías, que ofrecen excelentes propuestas. Si aún no los conocés es momento de agendarlos y prepararse para visita.
Frente a la Plazoleta Gualberto Godoy de la Quinta Sección, desde hace 22 años, la refinada marisquería Praga (Leónidas Aguirre 413- Te. 425-9585). El espacio emerge como una piedra iluminada, al mejor estilo de los restaurantes europeos. Al ingresar el fuego de las estufas hogar proporciona una gran calidez en un salón con cubiertos de platería y mesas vestidas. Este restó, famoso por su refinado estilo y carta de lujo, mantiene desde sus comienzos el mismo chef y el mismo sello distintivo. Abre solo para cena, de lunes a sábado, con una carta que asombra tanto en precios, como en calidad creativa. Praga se distingue por sus Entradas, Pescados, Mariscos y Pastas Caseras, en las cuales prevalecen los frutos de mar. Entre ellas aparecen los predilectos ravioles negros de centolla con salsa de langostino ($ 270), seguido por los ravioles de salmón con salsa de puerro ($ 195). Mientras que la carta de pescados ofrece variedad de productos traídos de España y de ambos mares. Entre ellos se encuentran el congrio y el salmón de origen chileno ($ 260), este último es uno de los favoritos y se sirve con aceitunas verdes y almendras.
Jalapeño (Loteo El Casco - Calle Guardia Vieja 1815 -Te. 4983440) es un restó a puertas cerradas ubicado en un barrio privado de Vistalba. El sitio retoma la cultura mexicana en su estética y reproduce una casa de Jalisco con muebles y cientos de adornos. Se especializa en cocina tipo chilena fusionada con la argentina, logrando una perfecta adaptación al paladar mendocino. El estilo recreado entre español y colonial del imperio azteca aúna la mercadería de las dos costas. De esta manera, la carta ofrece una importante variedad de pescados y mariscos. Entre ellos ostras, ostiones, salmón, abadejo, lenguado, atún rojo y merluza negra, que se grilla con vino blanco quedando crocante y sobria de grasas. La especialidad de Jalapeño son los pasteles jaiba y también de centolla. Aunque de sus platos más elegidos es una parrillada de mariscos que llega a la mesa con locos, navajuelas, machas y langostinos macerados en espumantes y gratinados al horno en cazuela de barro ($ 360). Uno de los platos novedosos de su carta son las pinzas de jaiba apanadas en panco casero. Como es un restó a puertas cerradas solo se puede acceder con reserva previa. Atiende los viernes y sábados por la noche.
Dorrego es dominio de Las Cañas (Las Cañas , que nació y permaneció hace más de 15 años en la antiguo chalet de la familia Bombal). Abre de martes a sábados por la noche y los sábados, domingos y feriados al mediodía. En este sitio es imperdible el Jardín de Mariscos, que ofrece un abanico de los más variados frutos de mar en diferentes cocciones. Actualmente este plato tiene una promoción de para dos personas con dos copas de vino y dos cafés por $ 640. Otra exquisitez a probar es la parrillada de mariscos la cual consta de: gambas, navajuelas, berberechos, mejillones y calamares ($ 252). Otra especialidad única es la rana acompañada con arroz especiado y queso crema ácida ($295). A esto se suman el chupe de mariscos y diversas opciones para vegetarianos y celíacos.
Si es difícil encontrar un buen lugar donde comer mariscos y pescados en la Ciudad, muchos más debería serlo en el Valle de Uco. Sin embargo Ilo Restaurante (Av. Belgrano 703. Tupungato Te. 02622 48-8323) propone una buena opción y vale la pena hacer el viaje para encontrarse con una amplia carta de pescados y mariscos en un sitio modesto con buenos precios. El Ilo no prevalecen los lujos, pero muchos lo señalan como el mejor lugar para comer mariscos de toda la provincia. Su gastronomía pone al vilo la cazuela de centolla, los ostiones y pescacos como el lenguado y el salmón. todos con excelentes críticas.
Mendoza no necesita mar para ofrecer excelentes propuestas en materia de pescados y mariscos, sólo necesita que más mendocinos se animen a desafiar su paladar.
Por Carla Luna