EL SEMILLERO : Florencia Giménez
Edad: 19 años
Ocuoación: Jocketa profesional
Apodo: Flor
¿A qué edad decidiste que ibas a ser jocketa?
Desde muy chica soñaba con poder correr una
carrera, es un sueño de toda la vida.
¿Es un mundo muy machista el del turf?
Es un ambiente bastante machista pero hay que
destacar que cada vez se le da más lugar a la mujer dentro de la actividad. Y
más allá que sea un ambiente de este estilo tengo muy buena relación con mis
compañeros, nos respetamos mucho.
¿Qué sentís cuándo te subís a un caballo de carreras
y estás lista para la largada?
Cada vez que estoy arriba de un caballo siento
mucha alegría. Principalmente es amor y cariño, ya que hay algunos caballos a
los que montás todos los días. También orgullo, por ejemplo, cuando te toca
subirte a un caballo que ha ganado mucho. Y muchos otros sentimientos que no se
pueden explicar. La adrenalina que se siente en las gateras es impactante y lo
mismo cuando venís corriendo. Cruzar el disco primero es impresionante.
¿Cómo te fue el día de tu debut?
Fue un día muy especial e inolvidable. Lo soñé
de mil maneras pero nunca me imaginé todo lo que viví durante esa semana. Tuvo
una gran repercusión en prensa, fue algo muy lindo.
¿Y cuándo ganaste tu primer carrera?
Cuando gané mi primera carrera sentí una de las
alegrías más grande que he vivido. Es una emoción muy linda cruzar el disco
primero. Poder celebrar junto a mi familia y al equipo que trabaja detrás del
caballo ganador fue algo inigualable.
¿Cómo te tratan los aficionados a las
carreras, la gente de la tribuna?
Tengo un gran apoyo de toda la gente. Muchos
me apoyan, incluso algunos que no tienen idea de turf. También estoy muy
agradecida por la ayuda que me dan tanto los cuidadores, propietarios y jockeys
del medio.
¿Cuál es el sueño máximo de Flor Giménez
dentro del turf?
Tengo varios sueños. Uno es dejar de ser
aprendiz para convertirme en jocketa. También quiero llegar a correr en Buenos
Aires. Pero la verdad es que no tengo un sueño máximo porque siempre pienso en
seguir creciendo. No me pongo un techo, porque en esta actividad todos los días
se aprende algo nuevo.
